sábado, 7 de marzo de 2015

La casualidad

Ese día que te vi por primera y única vez,
mi mundo se encontraba gris.
Pero llegaste tu,
dándole luz a ese día cotidiano.
Regalandome tu picaresca y eterna sonrisa.
Lograste iluminar lo que estaba apagado en mi.
Con tu abrazo fuiste mi consuelo.
Y con tu compañía, mi ánimo.
Y tus currencias, mis risas.
Y quisiera agradecerte si puedo verte algún día nuevamente.
Por no haber fallado a tu cita.
Y quizás no fue el mejor momento para conocernos, pero me alegra haberlo hecho.
Porque sin saberlo fuiste una casualidad que iluminó mi día.
Gracias


No hay comentarios:

Publicar un comentario