Muchos creen que estar solo o en soledad es malo.
Y no es malo ni bueno.
A veces es un poco aburrida y otras nos trae sabiduría.
Y quizas sea cierto que sea verdad que la soledad es buena compañera.
Pues te enseña a valorar, lo que realmente es verdadero.
Como el saber esperar por ese amor verdadero, ese amor que está después nuestro amor propio.
Ese amor que te da una mirada, de esas que nos dan serenidad y te llenan de tranquilidad.
De ese amor que da abrazos con sabor a seguridad, y que en sus labios que con un beso encuentras calma.
Muchas veces hacen falta; abrazos, caricias, incluso palabras de aliento que en ocasiones nosotros mismos no nos podemos ni dar.
Para el afuera podemos decir que estamos bien, pero adentro sabemos que nos gustaría volver a sentir que alguien nos erice la piel, que nos haga soñar y olvidar todo lo malo del pasado.
Asi como tambien debemos aceptar,que es verdad que necesitamos amor y una buena compañía en nuestra vida.
Y no dejarnos llevar por amores baratos, por el solo hecho de no estar solos.
Tambien debemos reconocer que fue nuestra soledad ,la que nos enseño a valorar estos detalles.