Comprendí que se puede,
aprender del dolor .
Que siempre hay una persona ,
la cual te ayuda y es amiga.
Aunque no empecemos,
nunca una amistad,
siempre estarás en mi corazón.
Ese cortó tiempo donde vivimos,
las más lindas experiencias,
de tarde fugitivas,
que rozaban entre la amistad y la pasión.
Llevándonos al viaje más loco,
donde éramos débiles,
con el solo hecho de mirarnos.
Nuestras miradas,
ardiendo al ritmo de nuestra sangre.
Y los labios hablaban,
junto al
los latidos del corazón.
Siendo prisioneros de nuestros besos,
con el solo hecho de curar dolores
pasados,
nos convertimos en rehenes mientras duro la pasión.
Siendo un joven maestro,
con viejas enseñanzas.
Que tan solo regaba mis flores secas,
reviviendo cada capullo muerto de mi
jardín.
Te fue fácil abrir mi corazón,
que
mi fortaleza ante ti,
era la más triste debilidad.
Asustándome ,
quise alejarte en cada paso que avanzabas.
Siendo imposible, tan solo intentarlo.
Mis miedos,
No fueron buenos consejeros,
haciéndome
escapar cobardemente.
Pero mas allá del fin :
A la vida,
Le agradezco,
que te encontraras en mi camino,
Aunque el tiempo no estuvo a nuestro favor.
He de despedirte con el último beso,
Y el abrazo más largo del mundo…