martes, 19 de enero de 2021

El dia que se fue

¿ Que abrazas?

Nada, pero todo.
Nada puedes sostener entre tus brazos , y sin embargo te imaginas su ser.

Imaginas el amor contenido en ese pequeñito espacio  que ahora esta vacío, que en realidad no lo está porque hay cariño, hay sueños, hay una vida que pudo ser y no fue.
Eso sí ocupa espacio.

No es solo la vida, la que se va.
No es solo un cuerpecito de pocas horas, días o que ni siquiera nació, es todo lo que iba a ser y no pudo ser.

Es lo que se pierde, por eso el sufrimiento.
Porque se va la que iba a ser una nueva vida, una personita que iba a crecer en ti , que iba a ocupar un espacio en la vida de su madre, emocional y físico, que iba a compartir emociones, tiempo, responsabilidades, que iba a crecer a través de ella..

Todo eso nunca será, pero sí lo fue en la mente de su madre. Ella sí lo soño. Ella sí lo imaginaro.
Y cuando el destino se lo arranca de golpe, el vacío es tan grande que duele, y duele mucho.

Pero la gente no piensa en eso.
No suele hacerlo.
Sólo se centran en lo que se ve, en lo que se palpa, en lo que llega por sus sentidos.
Si lo ven, existe.
Si no lo ven, no.
Si comparten espacio y tiempo, pueden amar.
Si no, ¿cómo hacerlo?
Eso se preguntan: ¿cómo vas a amar a un bebé que apenas has conocido? ¿Cómo aferrarte al cariño por un feto que no ha salido adelante?
¿Por qué?
"Claro que duele", te dicen:

"pero tienes que seguir adelante y dejarlo atrás".
Y luego vienen todas las frases que tratan de minimizar el problema para que tú también lo minimices, y para que banalices tu sufrimiento:
"no eres la única",
"eres joven",
"será que no tenía que nacer",
"mejor ahora que más tarde",
"pasa página", "
ni siquiera lo conocías", etc.

Es que una pérdida no acaba en el momento que se produce, sino todo lo contrario.
Ese es el momento en el que todo empieza.